Por qué sostenible
Dependemos de los océanos para nuestra supervivencia.
La población mundial está creciendo, el 60% de nosotros vive en zonas costeras. Cientos de millones de personas dependen de los mares, directa o indirectamente, para obtener sus ingresos y alimentación.
Los ecosistemas marinos están bajo amenaza.
La destrucción del hábitat, la contaminación y la acidificación de los océanos causada por la pesca no sostenible, el comercio marítimo y otras actividades humanas han provocado un grave deterioro de la salud de los mares, poniendo en riesgo el acceso a los recursos marinos vitales para las generaciones futuras.
La demanda mundial de productos pesqueros está creciendo rápidamente.
La demanda de pescado está creciendo casi dos veces más rápido que el crecimiento de la población humana, ejerciendo una gran presión sobre las poblaciones de peces. Se calcula que el 88% de las poblaciones de peces están hoy explotadas o sobreexplotadas plenamente.
La acuicultura es sólo parte de la respuesta.
El crecimiento de la acuicultura (piscicultura) ha contribuido a mitigar la disminución de la población de peces criados en la libertad de su entorno natural y en la actualidad representa más del 50% del pescado destinado al consumo humano. Pero, si no se lo gestiona de forma sostenible, pueden provocarse efectos adversos en los hábitats acuáticos y en las poblaciones silvestres.
La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR) está aumentando.
1 de 5 peces capturados se cree que proviene de la pesca INDNR. Los efectos medioambientales se agravan por el problema social derivado de las malas condiciones de trabajo en los barcos INDNR.
El comercio mundial también ejerce un impacto significativo en los mares.
Hoy en día, alrededor del 90% del volumen total del comercio internacional de bienes ahora es transportado por mar, provocando contaminación y colisiones de buques con ballenas.
Frente a todos estos problemas medioambientales y sociales…
Existe una voluntad mundial para adoptar medidas de inmediato.
Los objetivos para el 2020 de las Naciones Unidas relativos al desarrollo sostenible abordan la urgencia de conservación de los recursos marinos y su uso sostenible. La misión de Friend of the Sea refleja dichos objetivos.
Los consumidores buscan cada día más soluciones sostenibles.
La gestión sostenible de los recursos acuáticos es la única manera para garantizar un futuro a nuestros océanos y, en consecuencia, para el consumo humano de los productos del mar.